Caravana a La Perla en el día de los Derechos Humanos

A lo largo de su historia nuestro país ha vivido altibajos políticos y sociales. Pero hemos sobrevivido porque siempre, desde su núcleo, han surgido ideas para lograrlo. Y la primera consigna para que ello ocurriera, ha sido la unidad de grupos con visiones superadoras.

Para comprobarlo podemos retroceder a tiempos lejanos, o solo volvernos atrás cuarenta años, cuando fuimos obligados a vivir una sangrienta dictadura. De aquello no salimos indemnes, nos quedó el dolor de las ausencias y el silencio por el miedo. Aun así, desafiamos esas circunstancias colectivamente, volvimos a ser partícipes de la democracia y aprendimos que la base de nuestra realidad se llamaba Derechos Humanos.

ARGENTINA, país líder en DDHH

Los primeros pasos para conseguirlo fueron los de “ellas” alrededor de una plaza. Desafiaron los agravios y mantuvieron el pañuelo, que no solo cubría sus cabezas, eran la claridad que nos llamaba a no claudicar.

Fue ardua la tarea, se zanjaron dificultades y presiones, se anularon leyes de impunidad y así se abrió el camino con una justicia al servicio de la verdad. Pudimos poblar el territorio argentino con juicios a genocidas, a sus colaboradores civiles y en eso seguimos hoy, 10 de diciembre del 2020. Es la más valedera y responsable manera de reconocer a todos los que sufrieron el horror.

Un periodo de cuatro años macrista, demoró nuestra decisión de continuidad, pero no la detuvo por completo y ahora, aunque con dificultades, aprendimos a asistir a los juzgados en forma remota.

Cuando la derecha reconoció su derrota electoral, avanzó bajo distintas formas solapadas, pero con la marcada intención de denostar al Frente de Todos. Lo hacen a través del conocido negacionismo.

Negar ha sido siempre fácil para quienes temen mirar al otro, al que ven diferente. A ese otro con el que no comparten, pero no aciertan con el argumento a la hora del diálogo. Entonces avanzan en sus propósitos con teorías conspirativas.

Nosotros, como colectivo de DDHH, hemos luchado contra el negacionismo cuando nos hablaron de desaparecidos, cuando la teoría de los dos demonios, cuando descalificaron la cuantificación de los desaparecidos y no nos silenciamos cuando alguien hace mal uso del término lesa humanidad. Tampoco cuando la falta de independencia judicial detiene a personas, con cargos que carecen de elementos legales que justifiquen ese hecho. Tal es el caso de los presos políticos. Casos que deberían ser tratados desde el Ejecutivo, en opinión de conocidos legalistas. Milagro Sala es el ejemplo a saldar.

Otra forma actual de negacionismo es la situación creada por la pandemia, a la que muchos la han olvidado al cambiarle el nombre por cuarentena. Porque a la pandemia no pudieron atacarla, pero sí a su consecuencia sanitaria. Hace meses que términos como estado de excepción, derechos individuales vulnerados, virus inoculado del oportunismo, resuenan desde los medios hegemónicos.

En lo económico sobran ejemplos en que niegan, como la responsabilidad de la deuda externa, o la necesidad de tratar el tema Vicentín desde el estado nacional para recuperar parte del capital prestado, como crear un falso dilema: “salud o economía”. Podemos también sumar la respuesta a la Ley del Aporte Solidario.

Es por ello, que en este abrazo colectivo a La Perla queremos exigir al gobierno provincial la profundización de las políticas públicas de memoria. Y que se garanticen las condiciones necesarias para promover la defensa de los derechos humanos. También, exigimos un poder judicial independiente que lleve a cabo todos los juicios por delitos de Lesa Humanidad.

¡Por una Córdoba con derechos, sin violencia y con justicia social!

¡30.000 PRESENTES, AHORA Y SIEMPRE!