70 años de la declaración universal de DDHH
Pronunciamiento leído durante el Acto: A 70 Años de la declaración universal de los Derechos Humanos
Córdoba 10 de diciembre en el árbol de la vida / Monolito Agustín Tosco
Hace 70 años la Asamblea General de las Naciones Unidas declaraba derechos humanos fundamentales como universales y comunes a todxs los seres humanos.
La Declaración Universal fijó base para discutir y sostener definiciones universales sobre los Derechos Humanos.
Desde 1948 hasta este 2018 se fue andando y desandando caminos. Construyendo respuestas y volviendo a ensayar preguntas. En nuestro país, desde esa fecha a esta parte, hubo 4 golpes de Estado. Desde hace 35 años estamos en democracia. Pasaron gobiernos populares y gobiernos neoliberales y dictatoriales. En este momento tenemos un gobierno de hambre, de represión y de deuda que pone en riesgo el Estado de Derecho y la Democracia tal como lo conocemos. Un gobierno que desprecia los Derechos Humanos. o los entiende desde un lugar individual y egoista.
Los Derechos Humanos son colectivos, universales, sociales.
En nuestro país existe una sistemática violación a los derechos humanos.
Se violan los derechos humanos cuando se despide trabajadores, se precariza, y se les niega trabajo digno a las compañeras y compañeros.
Se violan los derechos humanos cuando se nxs niega un acceso digno a la cultura.
Se violan los derechos humanos cuando matan a una mujer por ser mujer. Y cuando avasallan a los pueblos originarios. Se violan los derechos humanos cuando se persigue a opositores políticos. Cuando se usan figuras como la prisión preventiva para encarcelar luchadores y luchadoras populares. Cuando otra vez existen presxs políticxs en nuestro país. No podemos permitir que otra vez se persigan militantes, no podemos permitir que se intente proscribir con la persecusión a ninguna fuerza política. No es una cuestión partidaria, tiene que ver con la democracia. Y la democracia la defendemos entre todas y todos o sucumbimos ante los antidemocráticxs de siempre que hoy están en el poder.
Se violan los derechos humanos cuando matan, en cualquier barrio de nuestra ciudad, a un pibe o piba por la espalda. Solo por ser pibx de un barrio popular.
En estos tiempos está de moda decir “Mi derecho termina cuando empieza el del otrx”. Los poderes concentrados de nuestro país nos quieren enfrentar con el de al lado, nos quieren hacer creer que el enemigo está al lado mío. Que la vida es una competición constante, una aventura de supervivencia, y que cada uno tiene que procurar salvarse solo.
A esa visión de división, de violencia, de poca empatía y de pensar que hay un enemigo interno que está todo el tiempo al acecho, por atacarnos; nosotrxs planteamos Derechos Humanos que dignifiquen a los pueblos, a la sociedad en su conjunto; Le planteamos una sociedad libre, justa, soberana y solidaria.
Por eso decimxs que los derechos son indivisibles, complementarios e imprescriptibles.
Sin trabajo digno no hay derechos humanos. Sin justicia no hay derechos humanos. Sin cultura no hay derechos humanos. Sin un cuidado responsable del medio ambiente, no hay derechos humanos.
Un derecho no remplaza al otro. Todos los derechos se complementan.
No podemxs estar bien si al del lado nuestrx sufre. Vivimos en una casa común, la cuidamos entre todas y todos, la hacemos entre todas y todos, la defendemos entre todas y todos.
La Declaración Universal no puede ser letra muerta. De nosotrxs depende defenderla, explicarla, y militarla.
Porque entendemos que la lucha por los derechos humanos es política. Es una disputa de sentidos constante en donde es fundamental la escucha del que piensa distinto, y la la discusión sin humillación.
Hoy, mientras desde el poder del estado, se cagan en los derechos humanos, nuestra tarea es interpelar al que tenemxs al lado, discutir y escuchar. Esta tarea no puede ser solitaria, no puede ser individual. Vamos a seguir apostando a la organización, al trabajo colectivo.
Es por todo esto que, a 70 años de la declaración universal de los derechos humanos, con el ejemplo siempre vigente de nuestras viejas, de nuestros compañerxs desaparecidos, desde la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos de Córdoba , venimos a plantar la bandera continua de la lucha, de la militancia, de la paz y de la justicia.
Compañeras, compañeros, los derechos humanos, la igualdad y la justicia, se disputan. Los derechos no se proclaman, se construyen con lucha y con militancia. Y siempre con amor, con el amor que nos diferencia de ellos. Con el amor por la y el que tenemos al lado.
Porque hay derechos humanos para todas y todos o no hay derechos humanos para nadie.
A no bajar los brazos, que si no los bajaron las viejas, que si no los bajaron los compañerxs ante la muerte, ante la totrura, ante la desaparición, no los vamos a bajar nosotrxs.
Es cierto que no los hemos vencido, pero no nos vencieron y no nos van a vencer.
Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos de Córdoba