Repudio a los dichos del Dr. Manuel Cornet

Los organismos de Derechos Humanos de Córdoba repudiamos los dichos del Dr. Manuel Cornet

En el marco del histórico debate que estamos dando como sociedad respecto al proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, resultan alarmantes las declaraciones efectuadas por el Dr. Manuel Cornet, docente y ex vicedecano de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba. En el marco de una conferencia brindada en la Delegación Carlos Paz del Colegio de Abogados, Cornet afirmó que «nuestros genocidas» no asesinaron a mujeres embarazadas ya que «tuvieron respeto por el niño por nacer», entre otros argumentos para sostener su postura contraria a la aprobación de la ley. 

Al respecto como organismos de Derechos Humanos manifestamos nuestro enérgico repudio. Estos dichos, similares a los que hace poco esgrimieran los diputados Massot y Orellana, atentan contra la verdad y apelan a la vanalización de lo ocurrido.

Tal como ha sido acreditado en múltiples causas por delitos de lesa humanidad, las mujeres cautivas en los campos de concentración y entre ellas mujeres gestantes, fueron sometidas a condiciones infrahumanas, torturas y abusos sexuales con particular ensañamiento. Muchas de ellas aún permanecen desaparecidas. Muy al contrario de lo que el doctor Cornet sostiene, no se privó a las embarazadas de ningún padecimiento, entre ellos incluso el de ser asesinadas y desaparecidas como testimonian los restos de Liliana Sofía Barrios, embarazada de 5 meses y asesinada luego de ser sacada del campo de concentración «La Perla» que pudo ser identificada por el EAAF. Al igual que ocurrió con tantas otras mujeres asesinadas luego de dar a luz.
Tampoco se privó de estos padecimientos a niñas y niños sometidos a las mismas condiciones que sus padres, 400 de los cuales permanecen aún desaparecidos sin conocer su verdadera identidad debido al Plan Sistemático de Apropiación.

Negar estos crímenes cometidos contra mujeres embarazadas, niñas y niños, implica sostener los mismos argumentos con que los genocidas justifican sus aberrantes crímenes, lo cual no debe pasar inadvertido, más aún si se trata de un profesional del derecho que ejerce la docencia y cuyo deber es educar en Derechos Humanos.

Consideramos que esta cruel argumentación, demuestra además un profundo odio hacia las mujeres, forzadas a practicarse abortos en la clandestinidad con los enormes riesgos que ello conlleva. Negar esta realidad nos conduce a continuar condenando a miles de mujeres a la muerte y de eso se trata el debate que mañana (hoy) abordará el Senado. Debate que es fruto de la tenacidad del movimiento de mujeres y que, muy por el contrario a lo que pregonan los nostálgicos de la última dictadura, fortalece la vida democrática y el Estado de Derecho.