Siempre en las calles
Editorial de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas de Córdoba en la edición N° 58 del periódico Será Justicia (Mayo 2017).
Luego de un tiempo y con algunas heridas estamos nuevamente en la calle. Hace pocos días murió Emilia Villares de D’Ambra. Era ‘La Emi’, nuestra secretaria ejecutiva que, con 87 años, se nos fue dejando un legado inconmensurable. Una compañera militante de esas que marcan el pulso de los procesos de una institución. Si estuviera aquí, Emi habría compartido nuestra indignación por el vergonzoso fallo que acaba de dictar la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que pone en riesgo la seguridad ciudadana permitiendo que muchos genocidas ya condenados reduzcan sus penas carcelarias y vuelvan a sus casas.
El movimiento de Derechos Humanos argentino ha conseguido logros reconocidos en todo el mundo. Y lo ha hecho sin ánimo de venganza, reclamando justicia por los canales democráticos que marca la Constitución. Una victoria del conjunto de la sociedad que ahora debe soportar esta artimaña judicial ideada por tres jueces de la Corte, desconociendo el trabajo que miles y miles de personas desarrollaron en Argentina y en el mundo para evitar la impunidad.
Transitamos tiempos de pérdidas. Todos los días vemos cómo se avanza contra derechos conquistados. Pero estos 40 años de lucha nos han fortalecido. Ya no marchamos en soledad. Acompañamos y nos acompañan cada una de las luchas sociales. El movimiento de DDHH ha promovido y alimentado la organización de quienes son víctimas de injusticias sociales: los trabajadores, las víctimas de la violencia institucional y de género, los campesinos y la educación pública… Resultan incontables los procesos de lucha a los que asistimos. Son la garantía para sostener los ideales de Memoria, Verdad y Justicia. No como slogan ni consigna, sino como la única alternativa para que los embates de este modelo de destrucción y vaciamiento no se lleve puesto lo que tanto costó construir.
El propósito que tiene el poder concentrado es claro: sometimiento económico, privatizaciones, compra indiscriminada de armas, persecuciones, inflación, desocupación y presos políticos. Junto a sus aliados del Norte, lo que se pretende es el estallido de la región, para seguir concentrando su poder y sus riquezas. Pero no les resultará fácil tanta destrucción. Por la memoria de Emi D’Ambra y por la de todas nuestras viejas luchadoras, aquí nos encontrarán resistiendo. Estaremos con el mismo compromiso de siempre, con todos y todas seguiremos exigiendo, organizados y en las calles.